“Llevás una vida muy Almodovariana“, me dijo mi hermana, a mis 35.
Y me reí dándole la razón.
No sé si Pedro anda guionando o dirigiendo las vidas de algunos de nosotros.
Tal vez el asunto es algo menos emocionante y sólo sea un buen observador de la naturaleza humana.
Pero creo que es un buen ejercicio esto de mirar nuestras vidas como si fuera una película. O una serie, si te queda mejor.
Al fin y al cabo somos los protagonistas de nuestra propia historia. Con personajes y tramas secundarias.
A mis 42, mis historias ya no tiene tintes “Almodovarianos” (y esto no es un alivio, porque al menos antes nos echábamos unas risas en familia con las anécdotas).
Los últimos años han sido más de película dominguera, para el lado del crecimiento y superación, con algunos momentos de drama incluso.
Pero uno cae en cuenta que la gran mayoría de dramas están en nuestra mente y nunca terminan de salir de allí.
En fin… que ni Pedro guiona mi vida, ni Steven Spielberg o Martin Scorsese la tuya.
Somos nosotros mismos los que escribimos nuestros guiones, porque en nuestras cabezas está claro aquello que deseamos nos ocurra.
Pero como no tenemos grandes estudios presionándonos y poniendo fecha de estreno, nos relajamos y distraemos (o conformamos) mirando producciones ajenas.
Para no extenderme más, cierro este correo diciéndote 2 cosas:
- Falta muy poco para cumplir 1 año en Italia y quiero compartirte en los próximos correos, los desafíos de mudarme con mi trabajo online a cuestas.
Además del costo emocional y económico, que algunas cosas dejaron de aprendizaje. - Recordá que además del papel protagónico, sos guionista principal de tu vida.
Que a pesar de los plot twist que se te puedan presentar, quien siempre propone la trama y sabe cómo quiere que termine esta historia sos vos.
Porque si no tomás la pluma (o el teclado) vos, terminarás viviendo algunos de los finales alternativos que proponen los demás.
Entonces… ¿qué historia te gustaría vivir? ¿Pensaste en algún final?
Un abrazo.
Franco.