Hoy quiero hablarte de 3 errores que debes evitar al comenzar con tu marketing digital. Conocerlos te ahorrará frustraciones, tiempo y dinero.

Internet y la democratización de la información abrieron aún más el campo de la competencia. Los emprendedores y profesionales independientes tenemos la posibilidad de competir de igual a igual contra las grandes marcas o corporaciones. También competimos con los de nuestra ciudad, país y con los del otro lado del mundo. Pros y contras.

Hagamos un paréntesis para aclarar que podrás ganar batallas, en un futuro, con mucho trabajo y experiencia si te lo proponés lo consguirás. Ahora será más fácil ir obteniendo victorias que nutran tu prestigio y recursos que ganar la guerra completa desde el inicio.

En este contexto lo que nos importa es eso: ganar batallas. Quedarnos con nuestra porción de tierras. No necesitamos el país o el mundo entero. Al menos en este momento. Sería poco inteligente salir a luchar por eso ahora.

Pero está claro que podemos obtener victorias. Y eso no significa resignarse ni conformarse con poco sino ir creciendo, metro a metro, paso a paso, estratégicamente. Ya llegará el momento, aparecerán las oportunidades de plantar batalla de otra manera.

No existe el pro que no haya sido primero aprendiz.

Así que a continuación, te menciono los primeros puntos de La mentalidad de David en Marketing Digital, algo que se me ocurrió mientras reflexionaba sobre estos temas.

Los 3 errores más habituales al comenzar con tu Marketing Digital

1. No planificar

De lo más visto. Invertir sin trazar un plan.

¿Contratarías a un profesional que te diga abiertamente que no tiene un plan? Alguien que te diga: “vos invertí, que ya veremos que pasa”.

Si tu respuesta es no, entonces ¿por qué lo hacés vos?

Tampoco es lo mismo improvisar sobre la nada mismo que improvisar sobre un plan. Están claros los limites, los objetivos y hay información sobre la cual tomar decisiones.

David no improvisó. Sabía quien era su rival, conocía el terreno así como las herramientas y habilidades con las que contaba. Y también las que no, claro.

2. Enfocarte en el qué y no en el cómo

Lo de tener claro los objetivos es necesario. Y sin dudas es mucho más motivador pensar en ello que en todo el trabajo que hay que hacer para conseguirlo.

Si empezás a prestar atención, verás cómo muchas personas de tu entorno dicen que quieren algo pero no mueven un sólo músculo para conseguirlo.

Es así como profesionales y empresas sueñan con ser los referentes, los mejores y se pasan más tiempo hablando de ello que trabajando para lograrlo. Basta con leer muchas páginas de “Misión y Visión” de emprendimientos.

Una vez que definas tu “qué” y “por qué“, la mayor parte del tiempo deberás dedicársela al “cómo“.

De nada hubiera servido que David se motivara y mentalizara en ganar la batalla. Por más que la arenga en las tiendas, antes de salir lo motivara a extremo.

Él tenía clara la estrategia y las tácticas con las que hacer frente a la situación y a su rival.

3. Copiar las estrategias de los más grandes

Es que el error que cometemos la mayoría, al comienzo, es copiar estrategias a marcas / empresas / profesionales más grandes.
Y está claro que no tenemos ni estamos en las mismas condiciones que ellos.

Desde el presupuesto, los objetivos, los tiempos e incluso las necesidades son muy diferentes a las nuestras.

David no enfrentó a Goliath con la misma estrategia. Tampoco con las mismas tácticas. Ni siquiera con las mismas armas.

En un mundo como el actual, el marketing te da la posibilidad de tener lo que quieras. Pero analiza a quien te enfrentas (tus competidores directos e indirectos), conoce tus ventajas y aprovéchalas.

¿Cómo avancé yo en este aspecto?

Empecé a formarme con profesionales que ya habían pasado por donde yo quería pasar.

Comencé a trabajar con colegas y a compartir información con ellos. Y ellos conmigo.

Y de todo lo que fui aprendiendo -y sigo – voy aplicando aquello que veo que funciona para negocios como el mío, siempre con mi perspectiva del negocio y los consejos de mentores y asesores.

Espero que te haya sido útil este punto de vista. Y si estás de acuerdo o tenés otra opinión al respecto, me encantaría leerte en los comentarios.

Compartir:

Recibe este contenido en tu correo.

Te envío mis últimas publicaciones y comentarios extras.
Tu privacidad es tan importante como la mía: no compartiré tus datos con nadie.

✉️ Recibí este contenido en tu correo.

Te envío las últimas publicaciones del blog a tu bandeja de entrada.
Tu privacidad es tan importante como la mía: no compartiré tus datos con nadie.

Suscríbete a mi Lista Principal

Cosas que no se dicen por aquí.

Emprende con
Recursos

Conoce las principales herramientas que utilizo a diario.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Responsable » Franco Román Giardina
Finalidad » gestionar los comentarios.
Legitimación » tu consentimiento.
Destinatarios » los datos que proporcionas estarán ubicados en los servidores de SiteGround, que es la empresa que provee el servicio de alojamiento web a francogiardina.com, dentro de la UE. Puedes ver la política de privacidad de SiteGround en la siguiente URL: https://www.siteground.es/privacidad.htm/
Derechos » podrás ejercer tus derechos, entre otros, a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos.

¿Te parece útil este contenido?

Si este y otros artículos te son de utilidad se aceptan cafés (con su brioche y todo).

La energía de ese café se usa para poder producir más y mejores contenidos.

También es un modo de evitar meter patrocinios en los artículos.